Según  R. S. Pressman (1992), es la concordancia con los requisitos funcionales y de rendimiento explícitamente establecidos con los estándares de desarrollo explícitamente documentados y con las características implícitas que se espera de todo software desarrollado profesionalmente.

A propósito de esto es importante tener en cuenta lo siguiente:

• Los requisitos del software son la base de las medidas de calidad. La falta de concordancia con los requisitos es una falta de calidad.
•  Los estándares o metodologías definen un conjunto de criterios de desarrollo que guían la forma en que se aplica la ingeniería del software. Si no se sigue ninguna metodología siempre habrá falta de calidad.
• Existen algunos requisitos implícitos o expectativas que a menudo no se mencionan, o se mencionan de forma incompleta (por ejemplo el deseo de un buen mantenimiento) que también pueden implicar una falta de calidad.

No he tenido la oportunidad de participar de lleno en esta fase del desarrollo de software (Calidad), lo que me indica la experiencia es que su existencia y buen funcionamiento determinará el éxito de los proyectos y su vigencia en el tiempo.
En la medida que se hagan las verificaciones necesarias, en aspectos diversos como, la forma, técnica, funcionamiento y cumplimiento de requerimientos, es la medida en la que el software responderá efectivamente a su propósito original.

En mi opinión es una unidad crítica de éxito y que no debe ser omitida, ni puesta en un segundo plano bajo ninguna circunstancia.

Con información tomada de la Conferencia de Calidad del Software de Juan Manuel Cueva Lovelle, Departamento de informática de la Universidad de Oviedo,  España.