En mis primeros pasos en este tema, por supuesto que he de abordar los conceptos fundamentales de lo que es el Software Libre, y la reflexión más importante del tema es precisamente como se titula esta entrada, resulta ser que hay un mito alrededor de este concepto que hay que aclarar, no es lo mismo hablar de software libre que hablar de software gratis, cuando se habla de uno no necesariamente estás hablando del otro. Según Richard Stallman en su libro titulado “Software libre para una sociedad libre”, Un programa es software libre para el usuario siempre que, como usuario particular, tengas:

1. La libertad de ejecutar el programa sea cual sea el propósito.
2. La libertad para modificar el programa para ajustarlo a tus necesidades. (Para que se trate de una libertad efectiva en la práctica, deberás tener acceso al código fuente, dado que sin él la tarea de incorporar cambios en un programa es extremadamente difícil.)
3. La libertad de redistribuir copias, ya sea de forma gratuita, ya sea a cambio del pago de un precio.
4. La libertad de distribuir versiones modificadas del programa, de tal forma que la comunidad pueda aprovechar las mejora introducidas.

Dado que en el concepto nos referimos a la libertad y no al precio, no existe contradicción alguna entre la venta de copias y el software libre. De hecho he allí una de las formas en las que se puede llegar a financiar los desarrollos en software libre.


En 1984 Richard Stallman comienza a trabajar en el proyecto GNU, el cual marca el inicio de todo este movimiento, un año después (1985) funda junto con otros entusiastas del software libre La Free Software Foundation (FSF) o en español, fundación para el software libre, es una organización creada con el propósito de difundir este movimiento. En sus inicios, la FSF destinaba sus fondos principalmente a contratar programadores para que escribiesen software libre. A partir de mediados de la década de 1990 existen ya muchas compañías y autores individuales que escriben software libre, por ello los empleados y voluntarios de la FSF han centrado su trabajo fundamentalmente en asuntos legales, organizativos y promocionales en beneficio de la comunidad de usuarios de software libre.

Dentro de la comunidad no todos comparten plenamente la filosofía o actuaciones de la FSF siendo la Open Source Initiative (OSI) la principal línea de pensamiento alternativa a la FSF, esta se crea en 1998, la cual decidió adoptar el término open source software (‘software de fuente abierta’) como una marca para introducir el software libre en el mundo comercial, tratando de evitar la ambigüedad que en inglés supone el término free (que significa tanto ‘libre’ como ‘gratis’). Esta decisión genera uno de los debates más polémicos del mundo del software libre, ya que la Free Software Foundation (FSF) y otros consideraron que era mucho más apropiado hablar de software libre.
Desde el punto de vista práctico, casi cualquier programa que es considerado software libre es también considerado open source, y viceversa. Sin embargo, las comunidades del software libre y del software de fuente abierta (o al menos las personas que se identifican como parte de una o de otra) pueden ser profundamente diferentes.

En el mundo del software libre se identifican diversas motivaciones para su desarrollo, tales como:

La motivación ética, abanderada por la Free Software Foundation, heredera de la cultura hacker, y partidaria del apelativo libre, que argumenta que el software es conocimiento que debe poder difundirse sin trabas, y que su ocultación es una actitud antisocial y que la posibilidad de modificar programas es una forma de libertad de expresión.  
La motivación pragmática, abanderada por la Open Source Initiative y partidaria del apelativo fuente abierta, que argumenta ventajas técnicas y económicas.
Aparte de estas dos grandes motivaciones, la gente que trabaja en software libre puede hacerlo por muchas otras razones, que van desde la diversión hasta la retribución económica, posiblemente debido a modelos de negocio sustentables, como los que están presente en la distribución, desarrollos a la medida y el soporte.

Partiendo de todos estos conceptos, antecedentes y polémica hay muchos más que abordar para comprender los fundamentos de este tema, para lo cual se elaboro un mapa conceptual que permite ver en un esquema los conceptos claves a tener en cuenta para comenzar a estudiar esta disciplina.

Hace unos días estuve leyendo un libro llamado Software libre para una sociedad libre de Richard Stallman (http://biblioweb.sindominio.net/pensamiento/softlibre/index.html), el cual está formado por un amplio conjunto de ensayos y artículos que recorren la década de los 90 y los primeros años del 2000, y que conforman quizás la mejor apología escrita del software libre, según reza la presentación de la edición. De verdad me pareció una lectura agradable, llena de un espíritu de ética que es poco común encontrar en tratados de tecnología o en alguna literatura corriente, además de la explicación profunda del sentido, origen, conceptualización y contexto del movimiento, muy convincente y sencilla, encontré algo que realmente me impacto en uno de sus apartados llamado Una elección moral radical, en los primeros párrafos dice lo siguiente:

“Una vez desapareció mi comunidad, era imposible seguir como hasta entonces. De modo que me enfrenté a un dilema moral radical.
Lo más fácil hubiera sido subirme al tren del software propietario, firmar acuerdos de confidencialidad y prometer no ayudar a mis compañeros hackers. Es muy probable que ahora me dedicara a desarrollar software publicado con cláusulas de confidencialidad, presionando así a otros para traicionar también a sus compañeros.
Podría haber ganado mucho dinero de esta forma, y quizás me hubiera divertido escribiendo código. Pero sabía que, al final de mi carrera, echaría la vista atrás y sólo habría contribuido a levantar muros para dividir a la gente, habría pasado toda mi vida convirtiendo este mundo en un lugar mucho peor.” (Richard Stallman)

Al leer esto me di cuenta de lo fuerte de la convicción del Sr. Stallman y de lo trascendente de la decisión que tomó hace ya bastante tiempo, y que hoy mantiene con firmeza, no participar en levantar muros alrededor del software y por el contrario promover la libertad de éste, cosa que me pareció digna de admiración, porque aun cuando contaba con los contactos, el talento y las posibilidades de hacer dinero siguiendo el rumbo que marcaba la industria, prefirió apegarse a su convicción moral. No todas las personas son capaces de renunciar a una posibilidad de bienestar personal, y por el contrario apostar a una iniciativa que pudiese ser vista como altruista y que hasta ese momento no sabía si tendría éxito. No idealizo en lo absoluto a este señor pero su actitud frente aquellos acontecimientos y su visión de las cosas, han dado origen a un movimiento que tiene actualmente una transcendencia mundial importantísima y que va en aumento, El Movimiento del Software Libre.